Riyadh HQ
Un complejo en el que la experiencia interior-exterior de los visitantes se diseña de la forma más fluida posible. La vegetación crea un límite natural con el tráfico, mientras que una nueva plaza elevada con una gran escalinata crea una sensación acogedora e invita a relacionarse con el edificio.
La fachada se entiende como la superposición de una piel exterior, en la que los módulos de GRC prefabricado mate dan una imagen monolítica y antirreflectante, mientras que una segunda capa más profunda, protegida de la luz solar directa, permite un acristalamiento controlado y una iluminación sensible de los espacios de oficinas. Este sistema de sombreado activo no sólo protege la torre y a sus usuarios, sino que permite una visión permanente hacia el exterior sin perturbar el aspecto sobrio e icónico del edificio.
Un minucioso estudio de la incidencia solar llevó al diseño a manifestarse en una propuesta que actúa como velo exterior. Dado que no todas las fachadas reciben la misma incidencia solar, la estrategia pedía un planteamiento modular que pudiera adaptarse a las distintas caras del edificio y transformar así su aspecto con un único lenguaje de diseño. Con un total de 24 elementos de hormigón reforzado con fibra de vidrio (GRC) -la mitad de ellos bloques de esquina-, todas las fachadas pueden reaccionar a la exposición solar como se requiera. De cara al Sur, estos módulos se extenderían hasta su máxima profundidad, protegiendo del sol y permitiendo al mismo tiempo una visual sobre el horizonte. Hacia el Norte, las lamas de los módulos permiten un espacio interior más luminoso, y las fachadas Este y Oeste desarrollan un término medio negociado, donde la continuidad está garantizada con un patrón de fachada sin juntas.
La fachada no debe confundirse con una composición exclusivamente exterior que protege del sol. El sistema tiene en cuenta miles de años de historia de la construcción para desarrollar una mashrabiya moderna. La fachada tiene por tanto 2 vidas: el día y la noche. Durante el día, las dunas verticales dibujan sombras siempre cambiantes en las fachadas, mientras que por la noche la torre se asemeja a una linterna resplandeciente.