Un edificio centrado en las personas, su sentido de pertenencia, autonomía y bienestar que favorece el bienestar social, psicológico y físico, y apuesta por la eficiencia energética.
AGi architects ha proyectado un edificio centrado en las personas, y en su sentido de pertenencia, autonomía y bienestar, basándose en una arquitectura que minimiza su impacto en el paisaje, introduce la naturaleza en el edificio, favorece el bienestar social, psicológico y físico, y apuesta por la eficiencia energética.
La parcela, con una superficie aproximada de 5.000 m2, presenta una condición topográfica en pendiente hacia el sur. Uno de los condicionantes del proyecto es la gran escala del edificio para un entorno rural, así como su situación en las afueras del núcleo urbano en un entorno escasamente urbanizado. El objetivo de AGi architects ha sido minimizar el impacto paisajístico de la nueva construcción en su contexto geográfico y maximizar las referencias a las viviendas tradicionales de la zona con un lenguaje contemporáneo.
El edificio se va adaptando a la topografía en pendiente del solar, con escalonamientos de sus volúmenes que permiten, gracias a su distribución en forma de peine, la mejor integración en el paisaje de la Sierra de Cameros.
Se plantea un volumen fragmentado, de forma que la percepción del edificio sea la de un conjunto con piezas agrupadas de menor escala. Se propone también un basamento en piedra en contacto con el terreno, que además se mimetiza con el entorno mediante cubiertas vegetales y jardines. Sobre este basamento se apoya un conjunto de piezas o pabellones de cubierta a dos aguas terminadas en teja cerámica, como se ha hecho tradicionalmente en los pueblos de la comarca.
La combinación de estas estrategias con la aplicación de materiales autóctonos y sostenibles, que serán los tradicionales de la zona, se consigue minimizar el impacto ambiental y una buena integración del proyecto en su contexto geográfico.