Palacio de Justicia de Qatar

Los edificios institucionales han de representar los valores e ideales de la sociedad en la que se inscriben, siendo el orden uno de los pilares básicos de éstas. No hay sociedad que pueda prosperar y desarrollarse sin orden. El orden es estructura, es ley, es justicia; sin orden hay caos. Por ello, es extremadamente importante que el Palacio de Justicia de Qatar refleje estos principios básicos. El edificio se ha diseñado inscrito en una retícula formada por dos direcciones preestablecidas en el lugar, una de ellas relaciona el proyecto con su entorno inmediato y la otra con la ciudad de Doha. La combinación de las dos genera impactantes posibilidades espaciales que proporcionan al edificio un carácter icónico muy marcado de manera que el pueblo pueda ver sus ideas reflejadas en él – estructura, orden, transparencia. Este conjunto de ideales constituirán el futuro de la creciente sociedad qatarí.

Una de las preguntas fundamentales a la hora de diseñar un proyecto civil es cómo se muestra este ante la población. Los requerimientos del proyecto incluían un denso programa que ocuparía el 40% del solar, lo que implicaría por necesidad un edificio de estructura vertical. Pero la verticalidad en Doha no representa los valores institucionales pues no es propia de su cultura. De esta forma se generó una plaza pública que, coronada por una gran celosía, acogiera a todos los ciudadanos. Flotando por encima de la plaza, dentro de la estructura principal, se encuentran los juzgados centrales, la ley y la justicia por encima de todos. Estos gestos permiten que la plaza funcione como umbral entre la sociedad en su conjunto y el sistema judicial, convirtiéndolo en un lugar abierto y de recibimiento, y no en un lugar cerrado, oculto y aislado. A esta escala, la estructura flotante funciona como una marquesina que ofrece protección frente al clima y, desde un punto de vista figurativo, es el elemento protector de la sociedad. La geometría de la estructura flotante asegura una buena iluminación de la plaza de manera que el edificio sobre ella resulta más ligero. Durante la noche, la interacción entre los diferentes volúmenes genera un llamativo efecto lumínico.