La vivienda colectiva representa el compromiso de la arquitectura con la ciudad. En ella, la vivienda se adapta a la condición urbana, y se beneficia de las oportunidades de la densidad: acceder a más ocio, cultura y trabajo en menos tiempo.
En nuestros proyectos de vivienda colectiva, las casas tienen las ventajas de las villas: amplitud, vistas, privacidad y espacios exteriores.
Como nos demuestran algunos algunos excelentes ejemplos, la vivienda colectiva tiene mucho que ofrecer. La hemos estudiado en profundidad en Kuwait —os recomendamos el libro The multiplex typology que puedes encontrar aquí, firmado por Joaquín Pérez-Goicoechea, Sharifa Alshalfan,y Sarah Alfraih—, y sabemos que el futuro pasa por ella. Una serie de estrategias arquitectónicas definen nuestro acercamiento a la vivienda colectiva desde la escala urbana al interior de la vivienda.
Maximizar la belleza del lugar. Mirar y orientar.
El primer paso en el proceso de diseño es definir el volumen del edificio. Lo que nos preguntamos es: ¿qué volumetría hará que las viviendas tengan más luz, mejores vistas y eficiencia energética? Desde esta atención a lo pequeño, definimos paso a paso la forma del edificio. De esta manera conseguimos que en nuestros proyectos todas las viviendas tengan vistas y la orientación adecuada en el clima en el que están. En Kuwait, nuestras viviendas se orientan a norte, quedando las circulaciones a sur, funcionando como colchón térmico.
Un ejemplo de esto es Sama’a Wafra. En este proyecto diseñamos la volumetría progresivamente en base a un deseo: todas las viviendas deben mirar al mar. Por encima del podium con aparcamientos y viviendas con jardín diseñamos unas torres quebradas que permiten que desde todas las casas se disfruten extensas panorámicas de la costa.
En 15′ City Complex, las viviendas así como los espacios comunes permiten relajarse mirando al océano desde las habitaciones o en piscinas a distintos niveles.
El gradiente exterior interior. Definir una escala urbana que sea humana.
Simultáneamente a buscar la mejor configuración para las viviendas, afrontamos una de las grandes complejidades de la vivienda colectiva, la de generar una volumetría que medie entre la escala urbana y la escala doméstica. La respuesta al escenario urbano es siempre prioritaria.
Aprovechamos esto como una oportunidad para alojar espacios comunitarios con una escala entre la urbana y la doméstica. La volumetría se rompe, rasga u horada. En las formas generadas, colocamos plazas y equipamientos. Situados a distintas alturas del edificio componen un gradiente visual y funcional entre el volumen del edificio y la escala de las viviendas.
En Fawsec Campus, creamos un juego de variaciones volumétricas que moldean los edificios y, a su vez, generan una sensación de comunidad de puertas adentro.
En Wafra Living, definimos mediante la arquitectura el borde de la manzana. Elevamos el edificio en voladizo para atraer la vida de la calle, cediendo parte de la planta baja a espacios comerciales. Esta planta baja se conecta a una plaza elevada a través de un jardín escalonado. Todo ello es un juego de transiciones y recorridos que fluyen de afuera a adentro. Diseñamos también una plaza elevada, situada en un hueco horadado en el volumen en la sexta planta. Actúa como un espacio comunitario privado a gran escala para todos los residentes. Dispone de piscina y acceso al gimnasio y jardines.
Este gradiente exterior–interior, funcional y compositivo llega hasta las viviendas. En Sama’a Wafra las viviendas, que pueden ser “garden apartments” o “sky villas” y “sky apartments”, disponen de terrazas privadas que permiten disfrutar del exterior y suavizan las condiciones climáticas. Forman un último filtro entre la casa y la ciudad.
Nuestro proyecto más singular, en cuanto a la definición del espacio exterior, es nuestro prototipo experimental de Switch Homes. En él, cada vivienda dispone de una terraza exterior que puede incorporarse de forma flexible al interior si es necesario.
Cambiar la escala. El patio como estrategia pasiva.
Una de nuestras principales estrategias es el cambio de escala de recursos provenientes de la vivienda aislada tradicional. El patio es un tipo de espacio que nunca falta en nuestros proyectos residenciales ya sean colectivos o unifamiliares. Nos permite incorporar excelentes espacios exteriores a las viviendas y mejorar su comportamiento climático.
En Wind Tower, tomamos este espacio tan importante en la arquitectura de Oriente Medio y lo desarrollamos en altura. Este elemento, tan adaptado al clima, al crecer verticalmente favorece todavía más la ventilación de las viviendas. El aire caliente sube como en una torre de viento. En Wind Tower el patio es además adyacente a la piscina, haciendo que el aire fluya aún más fresco desde este nivel hacia arriba, encontrando su salida a través de la fachada opuesta.
En Green Core la introducción del patio es fundamental y sirve para organizar todo el conjunto. El patio se convierte en el centro indudable de este proyecto.
Envolver y proteger. La celosía, privacidad, belleza y eficiencia energética.
La celosía es otro de los elementos tradicionales de la arquitectura regional de Oriente Medio y del Mediterráneo. Son países más calurosos, donde la luz ha sido un bien cuya incidencia controlar. En la arquitectura islámica, la mashrabiya, caracterizada por la celosía de madera decorada, cubre los huecos. Proporciona intimidad –culturalmente fundamental– y protección solar.
Nuestros edificios incorporan muy frecuentemente mashrabiyas contemporáneas. Es la de Wafra Living la más icónica. Un velo dorado perforado cubre una gran parte del edificio, que adquiere una singularidad imposible de olvidar. Pero al interior lo que logra son espacios más relajantes, alegres y agradables y un hermoso juego de luces y sombras.
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