Delimitan, acondicionan y preservan los espacios arquitectónicos, aportan privacidad, seguridad y confort a sus habitantes, pero a su vez suponen la materialización de los elementos que componen una ciudad. Estos elementos constructivos forman parte intrínseca de las fachadas y, en muchas ocasiones, llegan a identificarse con ellas. Representan diferentes modelos conceptuales actuando como fuente de información para el visitante, de manera explícita o implícita en ellos se escribe el código que la ciudad entiende de manera innata, como elementos del paisaje, como fortalezas, o como elementos funcionales o industriales, por ejemplo.
Pasando por alto el valor representativo que tiene una fachada, un cerramiento es técnicamente el elemento que nos separa, introduciendo conceptos bioclimáticos y funcionando como paramento inteligente que minimiza el consumo de energía mediante el uso de estrategias pasivas y dinámicas.
Como obra que nos inspira y sorprende en este sentido, nos gustaría destacar la rehabilitación de Tour Bois le Prêtre, llevada a cabo en París por Lacaton & Vassal y el arquitecto Frédéric Druot. Con ella, lograron un acercamiento alternativo a la remodelación de las viviendas de la post-guerra, al satisfacer ampliamente los requerimientos actuales incluyendo la minimización de la energía consumida por un precio más asequible que el de demolición y construcción del edificio.
Originalmente diseñada por Raymond López, esta edificación logró tras su remodelación ver incrementado el tamaño de sus habitaciones y la creación de balcones nuevos; la fachada revestida de aluminio corrugado, que también es una novedad, se entrelaza ahora con ventanas amplias, terrazas acristaladas y, separándolas, cristales que llegan desde el techo hasta el suelo para dejar entrar la luz natural; a esto se le une la instalación de los jardines de invierno, que actúan como elementos aislantes, como modo de mantener frescas las estancias en verano y, además, aumentan la sensación de que es un placer vivir en éstas.
Con toda esta suerte de cerramientos exteriores, se ha conseguido reducir de una manera pasiva el consumo de energía en más de un 50% y todo ello con la realización de una intervención mínima en la estructura original.
Otra mejora a tener en cuenta es que se ha suavizado el impacto visual que la torre, conocida anteriormente con el nombre de “Alcatraz”, generaba en el paisaje parisino.
Sin ánimo de compararnos con maestros como Lacaton & Vassal, nosotros hemos desarrollado distintos proyectos en los que los cerramientos verticales y horizontales eran parte esencial del desarrollo conceptual. Algunos ejemplos que podéis consultar en nuestra web son nuestra propuesta para el GDIS, la Iglesia de la Ascensión del Señor, la Clínica Ali Mohammed T. Al-Ghanim, el taller Gunni & Trentino o Seed House.
Lumon dice
Información muy interesante y útil.
Muchas gracias por compartir, enhorabuena.
Un saludo.