Alcouve, en gallego, almáciga en castellano, es un lugar donde se siembran las semillas de determinadas plantas para cultivarse durante un corto período de tiempo, para luego ser trasplantadas. Alcouve fue el nombre de nuestra propuesta para el concurso de ideas convocado para convertir el Pazo de Quián, en Sergude (Boqueixón), en el reflejo del mundo rural gallego.
Sergude es una aldea situada en la cuenca visual que forma el Pico Sacro al sureste, el Monte do Gozo al norte y Santiago de Compostela hacia el oeste. En ella, se encuentra un antiguo pazo, el pazo de Quián, antigua residencia de la familia de los Campuzano. En esta aldea, actualmente, se encuentran ubicadas una serie de instituciones relacionadas con el patrimonio gallego: la Asociación pura raza do cabalo galego, la Denominación de orixe de queixo de tetilla, de mel de Galicia, y de augardente de Galicia, así como Ingacal, el Instituto Galego da Calidade Alimentaria. En Sergude se encuentra otro equipamiento que caracteriza la vida del conjunto, el Centro de Formación y Experimentación Agroforestal, que explota el territorio situado alrededor de la pequeña población.
El objeto del concurso para el nuevo Centro de promoción e imagen de los productos agrícolas, ganaderos y forestales de Galicia consistía en la mejora y ampliación de la funcionalidad, organización y estética del programa existente, dando soluciones tanto estratégicas como concretas para que este espacio se convirtiera en el lugar para la experimentación y difusión de los productos agrícolas, ganaderos y forestales de Galicia. Esto implicaba una actuación a nivel territorial que ordenara la explotación del conjunto circundante. Y también, una actuación a nivel urbano y arquitectónico que articulara y diera sentido a los distintos usos en la aldea.
A nivel territorial, detectamos cinco unidades de paisaje: bosques, silvopastoreo, aldea, bosques de ribera y caminos del agua, y lengua agrícola. Esta clasificación nos permitió establecer diferentes reglas de actuación para cada área. A la vez, en todas ellas aplicamos una misma estrategia ordenadora y compositiva. Se trata de los cercados, valados o muros. Estos son elementos muy característicos del paisaje rural local, declarados por la UNESCO patrimonio cultural inmaterial —en el caso de los muros de piedra de junta seca. En la propuesta, los valados permitieron distribuir las distintas funciones en el territorio. Y también integrar las distintas arquitecturas en el paisaje, adosando y recreciendo los edificios desde los muros.
Desde un punto de vista funcional, el proyecto integró de manera holística los dos programas principales: las distintas instituciones relacionadas con el patrimonio gallego, y el centro de formación. Esto se hizo dando una importancia estratégica al aspecto educativo e interpretativo que ambas funciones compartían.
De esta manera, la función educativa se expandió más allá del alumnado del centro de formación, proponiéndose como un programa transversal accesible también a otro tipo de público. Sería el caso, por ejemplo, de los visitantes ocasionales que acudieran por períodos más breves para formaciones no regladas, o actividades de tipo lúdico. Así, el proyecto enfatizó el carácter del conjunto como un espacio experimental, de formación y transmisión, un campo de pruebas sobre el mundo rural gallego.
Abordaje estratégico y arquitectónico para cada una de las unidades de paisaje
La aldea
La aldea se organizó en distintos niveles mediante bancales o terrazas creadas por cercados. Algunos de estos muros se ensancharon para definir nuevos edificios, otros enmarcaron las vistas construyendo terrazas u organizaron circulaciones.
A nivel programático se trasladaron de esta zona los usos asociados a la ganadería y se eliminaron los edificios que ocupaban para evitar el conflicto entre estas funciones y el resto. El programa equino se mantuvo adyacente a la aldea con sus circulaciones independizadas.
Así, la aldea quedó organizada en torno a tres nuevas plazas, que estructuraron todo el conjunto y las distintas partes del programa, dando claridad al espacio. Cada plaza se situó próxima a una zona de parking propia, y abriendo al paisaje. La mayor de ellas sería la “plaza social” cuya vocación era la de las plazas de mercado tradicionales. A ella dieron los edificios dedicados a la formación profesional y el nuevo edificio de promoción gastronómica y bar.
La lengua agrícola
Esta unidad de paisaje agrupó las zonas dedicadas al cultivo, aumentando las que ya existían con otras nuevas, y organizando en el eje de esta zona un antiguo curso de agua en una concatenación de estanques. Estos se remataron con los bosques de ribera.
Como complementación al banco de recursos fitogenéticos proyectado, el cual contendría y replicaría germoplasma (fundamentalmente material vivo en forma de semillas), se propuso la creación de arboretos que funcionaban como un banco para la reproducción vegetativa de especies autóctonas en peligro de desaparición.
El edificio temático se proyectó como una banda continua donde se yuxtapusieron los distintos programas: bodega, almazara, destilería, horno de pan, extracción y envasado de miel, área de conservas hortofrutícolas, fábrica de queso e instalaciones comunes. Se abrieron huecos dando continuidad al paisaje.
Pastos
El silvopastoreo es el modo de explotación de gran parte de este territorio. La ganadería se produce en extensivo y en rotación para permitir la recuperación de los campos. Los animales, cuya diversidad muestra el conjunto de especies autóctonas de Galicia, duermen en las edificaciones construidas en las cotas más altas y pastan en las bajas. Así se proyectaron, por tanto, estos edificios, colocados ligeramente hundidos y adosados al muro del cercado para disminuir el impacto paisajístico. Se concentró en una zona todas las edificaciones ganaderas, en torno a una cubierta central de almacenaje de paja y heno (cubierto y sin paredes) y a los silos.
En las praderas de diente, se planteó la plantación de pies arbóreos de especies autóctonas (carballo, fresno). La delimitación de estos mosaicos silvopastorales se proyectó mediante cierres tradicionales gallegos.
Bosques
La masa arbórea de los bosques se completó en la propuesta con especies autóctonas, así como se crearon zonas específicas para su explotación por el centro de formación, dedicadas al cultivo del de olivo y vid, bien orientadas hacia el sur.
Bosques de ribera y caminos del agua
Se proyectó un recorrido de interpretación siguiendo el curso de los dos ríos que cruzan la finca. Tres aulas de comprensión e interpretación del agua completaron la experiencia de los visitantes. Por otro lado, se aplicó la misma estrategia de consolidación de la masa arbórea para los bosques de ribera.
Catálogo de actuaciones arquitectónicas
Dada la gran escala de la intervención, y el gran número de intervenciones arquitectónicas a realizar, el proyecto se sistematizó a través de un catálogo de actuaciones que permitió un abordaje estratégico.
- Proteger. Este tipo de actuación se dedicó a los edificios existentes de interés arquitectónico y buen estado de conservación.Con ella, se garantiza su protección.
- Reformar. Se propusieron actuaciones en el interior de los edificios existentes con calidad arquitectónica exterior, pero necesitados de una adecuación interior.
- Forrar. Se aplicó a una serie de edificios existentes, con el objetivo de unificarlos estéticamente exteriormente, y mejorar además así su eficiencia energética.
- Completar. Esta actuación agrupa a los edificios de nueva planta que ampliaban el programa existente según lo demandado por las bases.
- Asentar. Fue la estrategia aplicada a los edificios de nueva planta denominados ‘de borde’. Situados a menudo en desnivel, estos edificios mantenían una crujía constante y cubierta a un agua, favoreciendo su integración paisajística.
- Adosar. Bajo esta categoría, se proyectaron pequeños edificios funcionales de apoyo, como cobertizos, refugios de animales, silos, albarizas, sequeiros, almiares, etc. Su construcción se planteó en piedra en seco.
- Posar. Este tipo de actuación comprendía un conjunto de pequeñas construcciones ligeras y reversibles, con funciones educativas (aula-taller) que expandieron las posibilidades del programa educativo. Estos pequeños edificios quedaban distribuidos por por todo el territorio (en el bosque, sobre el agua, etc.) y permitían la integración entre este programa educativo y el territorio.
En definitiva, Alcouve se configuró como un campo de pruebas que diera base al programa formativo que acogía en torno al mundo rural. Uniendo a través de esa idea la ambición de innovación y promoción de los productos y saberes gallegos, aunando una protección y transmisión de las culturas tradicionales, con los proyectos de innovación más contemporáneos. El proyecto dio claridad y orden a un programa complejo a la vez que proporcionó guías para su mejor inserción territorial, a la vez promoviendo la puesta en valor de este paisaje.
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