La arquitectura sanitaria es, en la situación actual, más relevante que nunca. Los espacios de la salud tienen una gran complejidad técnica, y, como bien hemos visto en las imágenes de los hospitales que actualmente dan la vuelta al mundo, también requieren ir más allá de la cuestión funcional e incorporar el bienestar como premisa de diseño.
En los últimos años, AGi architects ha desarrollado varios proyectos sanitarios. A estos se suman un buen número de proyectos hospitalarios en fase de ejecución.
Todas estas obras han hecho de la arquitectura sanitaria una de las áreas de especialización de la oficina.
Lo fundamental en la arquitectura sanitaria es una buena organización programática que a la vez garantice el bienestar de las personas. Y es que, un buen edificio sanitario es aquel en el que las personas sienten que reciben los cuidados necesarios, pero, a la vez, no perciben estar en un hospital o una clínica.
Estas cuestiones se han abordado en el proyecto del Centro de Diagnóstico del Cáncer de Mama, que será próximamente el lugar de referencia en Kuwait para el diagnóstico y formación en torno a esta enfermedad. El cuidado de los interiores ha sido central. Desde los espacios de acceso y espera se ven las copas de los árboles, ya que el programa hospitalario se ha organizado en un volumen horizontal hundido ligeramente en el terreno, en cuya cota inferior se ubica un jardín. Una piel perimetral perforada de aluminio rodea el conjunto para dar una adecuada intimidad.
La voluntad de generar una percepción positiva del espacio estuvo también presente en el diseño de Hospital Cardiológico Hisham A. Alsager, que se finalizó en 2015. En este caso, el primer elemento que se consideró fue el exterior del edificio. En vez de tratar la volumetría como una construcción hospitalaria se propuso un exterior construido en piedra que se pareciera más al de los espacios culturales. El diseño del interior giró entorno a un atrio central de triple altura y de color rojo, ampliamente iluminado con luz natural.
La arquitectura sanitaria necesita actualizarse constantemente conforme a los progresos tecnológicos y médicos.
Por otro lado, la arquitectura de cada centro varía según las técnicas de los tratamientos o las especializaciones de los distintos departamentos. La organización de circulaciones y espacios es uno de los principales problemas a resolver.
En el Hospital de Trasplantes Renales S. J. Al Marzouq, en ejecución actualmente, la organización programática ha sido central. Las plantas inferiores se han dedicado a pacientes y familiares, que tienen unas salas especiales para alojarse. El personal ocupa las plantas superiores. Todas las unidades de pacientes hospitalizados están en el último piso con el fin de crear una atmósfera íntima. Para un adecuado funcionamiento, los recorridos del personal y del público se han dividido. Un gran atrio abovedado genera un espacio de bienestar y desahogo en el que confluyen las circulaciones.
En el caso de Omni Clinic, también en desarrollo, se ha tratado de proyectar una clínica médica multiespecialidad, que incluye pediatría, oftalmología, cirugía o ginecología. En ella se han creado dos volúmenes distintos, uno inferior para los espacios más públicos (llenos de luz natural, vegetación y con materiales como la madera y la piedra), y otro superior para los programas técnicos, centrado en la funcionalidad médica. Una malla perforada de aluminio protege el edificio del soleamiento excesivo.
El uso de la celosía metálica como elemento de diseño caracterizó también la clínica Ali Mohammed T. Al-Ghanim finalizada en 2014. En ella, los patios se colocaron en el perímetro exterior. La privacidad se garantizó a través una malla metálica dorada cuya trama hexagonal dio un imagen característica al edificio.
Factores como la ventilación, la luz o la escala son básicos para que las personas permanezcan saludables y felices en la arquitectura sanitaria. A ellos hay que sumar cuestiones como la comodidad e incluso la belleza.
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