Al sentar las bases de la acupuntura urbana el arquitecto y teórico social Marco Casagrande describió la ciudad como “un organismo pluri-dimensional, energético y sensorial; un ecosistema vivo”. Sobre ésta se pueden plantear operaciones casi quirúrgicas que se corresponden con las llamadas intervenciones de acupuntura urbana, consistentes en corregir únicamente las deficiencias urbanas detectadas en el territorio con actuaciones selectivas mínimas pero suficientes.
Tal y como dice Domenico di Siena, “la ciudad inteligente depende del ciudadano inteligente”. La implicación de los ciudadanos es necesaria para ejecutar estas actuaciones de acupuntura, pero se necesita que la ciudad sea receptiva al feedback que dan los vecinos.
Sin duda, la acupuntura urbana se ha erigido como una alternativa, no sólo viable sino necesaria, en el contexto económico de los últimos años. De hecho Domenico di Siena habla de “ciudades de código abierto”, donde los ciudadanos, que son los usuarios finales, tengan capacidades reales para reprogramar su entorno. La crisis ha hecho imperativo servirse de la creatividad y el ingenio de los ciudadanos y los arquitectos para efectuar intervenciones rápidas, de calidad, que no interfieran en la planificación general de la ciudad, y que provean de ciertos servicios a la comunidad ante la incapacidad de las instituciones públicas a la hora de crear u organizar las nuevas infraestructuras.
La Iglesia de la Ascensión del Señor: creando un espacio comunitario a través de la acupuntura urbana
Un buen ejemplo que puede entenderse como acupuntura urbana en tiempos de crisis en España, se corresponde con nuestro proyecto sevillano la Iglesia de la Ascensión del Señor, galardonado con el Primer Premio del World Architecture Festival en la categoría de Edificios Religiosos Construidos y uno de los 420 nominados para el prestigioso Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea – Premio Mies van der Rohe 2015.
En este caso, se “intervino” el Centro Parroquial que ya existía, con la construcción de un templo anexo. Además, éste se construyó teniendo en cuenta la situación actual y pretendiendo alcanzar los ideales de economía y sostenibilidad en lo que se refiere a técnicas constructivas y materiales.
Asimismo, se concibió como un espacio comunitario en un territorio desprotegido que pretende subsanar la carencia de lugares de reunión social en un contexto de crisis económica. La Iglesia de la Ascensión del Señor aporta soluciones a la comunidad más próxima: su patio se convierte en un lugar abierto de encuentro en el que la gente se relaciona sin necesidad de acudir a los espacios de culto. Esta solución de carácter urbanístico y volumétrico de ámbito privado, hace que el Centro Parroquial sea un nuevo foco de actividad en el barrio y la aplicación práctica de lo que supone la arquitectura religiosa en la sociedad: un lugar de unión y respeto que contribuye a afianzar el sentimiento comunitario.
Estas actuaciones de acupuntura pueden funcionar al margen de las normativas y las planificaciones gubernamentales, a veces demasiado rígidas como para poder entender en tiempo real las carencias de lo ya programado.
Otra de nuestras obras planteada y construida como una intervención de acupuntura urbana, es el proyecto residencial Love Shack, en el que una pequeña ampliación de la vivienda principal ha cambiado el carácter de todo el conjunto.
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