La propuesta de AGi architects para el Centro de Interpretación del Queso Idiazábal nace de la comprensión y respeto al entorno en que se ubica y del patrimonio industrial que alberga. Se trata de un espacio singular localizado en el anillo Verde de Vitoria-Gasteiz, en confluencia con el arroyo Errekaleor. El nuevo complejo permitirá la producción de queso Idiazábal y la divulgación de este producto con denominación de origen protegida.
El solar de Silo Idiazábal era en el pasado ocupado en su mayoría por infraestructura ferroviaria. Estaba atravesado por el Ferrocarril Vasco-Navarro, el ‘trenico’, que unía Vergara con Estella pasando por Vitoria-Gasteiz y que operó entre 1889 y 1967.
En este mismo espacio se construyó en la década de 1950 un silo que hoy es la edificación más singular del solar. Su finalidad era albergar el grano producido en los campos de cultivo circundantes. Se trata de uno de los pocos silos de Álava que permanece en pie.
Silo Idiazábal parte de las conservación de las preexistencias materiales, de la puesta en valor de la memoria patrimonial, y de la articulación paisajística del entorno agrónomo circundante y del Anillo Verde.
El proyecto se enfoca en la conservación, consolidación y reutilización de la arquitectura existente. Se parte de un enfoque integral que se conoce como “reutilización adaptativa”, en el que el patrimonio conserva su significado histórico y cultural y preserva su materialidad, a la vez que incorpora un nuevo uso.
Nuevas construcciones de una sola planta completan el conjunto para poder albergar la totalidad del programa. Finalmente, un edificio conector vincula los edificios para organizar la experiencia de los visitantes.
La parcela se divide en bandas programáticas, que contribuyen a clarificar el funcionamiento de la producción de queso para el público. Se plantean tres franjas. En primer lugar, la de producción de leche, con las nuevas naves ganaderas. En segundo lugar, la de procesado del queso en ‘la Máquina’, también de nueva planta. Y por último, la de degustación y divulgación en el campus gastronómico —ubicado en el Silo y en las naves industriales preexistentes, que permiten una multiplicidad de formatos culinarios y de ocio y fomentan un sentido de comunidad en torno al amor compartido por la comida y la cultura.
El lenguaje material de la propuesta busca siempre la integración paisajística.
En el caso de los edificios existentes, se plantean intervenciones mínimas enfocadas a la consolidación y con carácter de acupuntura. La apreciación arquitectónica del Silo, convertido en una cava de quesos expositiva, se refuerza a través de una pasarela interior y un mirador de mínimo impacto sobre la edificación.
Se intervienen para la conservación de las antiguas naves, mejorando su aislamiento térmico mediante corcho proyectado. La ruina de la nave ferroviaria de automotores se limpia y se consolida.
La Máquina, el edificio de nueva planta que aloja los programas tecnificados —quesería y oficinas—, se plantea compacta e integrada en el paisaje. Produce energía renovable que se distribuye a todo el conjunto. Madera laminada, lana como aislamiento térmico y chapa grecada configuran la materialidad de este edificio.
Por su parte, la madera construye el edificio conector, minimizando así el impacto ambiental de su construcción. Su pavimento de mortero reciclado tintado unifica su arquitectura mejorando la lectura del conjunto.
Finalmente, una intervención paisajística busca preservar e incrementar la cobertura vegetal original para contribuir al crecimiento de la biodiversidad. Huertos urbanos, comer colmenas y hoteles de insectos contribuirán también al aumento de la fauna autóctona. Además, una red de senderos permitirá el disfrute del entorno por parte de las personas.
Silo Idiazábal interpreta el contexto industrial existente a través de un lenguaje post-industrial basado en la sostenibilidad que pone en valor la identidad del lugar.
De esta manera, Silo Idiazábal recoge los objetivos estratégicos del nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Vitoria-Gasteiz. Es el objetivo del proyecto, en consonancia con el Plan, generar una ciudad saludable que proteja el medio natural y preserve la actividad agrícola, los valores culturales y la sostenibilidad.
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