Recuperamos la conexión entre zodiaco y arquitectura, algo que hicimos hace año y medio con un conjunto de casas clásicas de la historia de la arquitectura, para esta vez, en relación a edificios de media y gran escala. Quizá creas que los planetas y sus movimientos inspiran las condiciones de nuestras personalidades y destinos, o quizá no lo hagas, pero en cualquier caso, este artículo te acercará a los mensajes internos y cuestiones de diseño de magníficas obras de la arquitectura, y a quienes las diseñaron.
La escala supone una cuestión clave a la hora de abordar el diseño de un edificio, no sólo por suponer un alto nivel de complejidad funcional, sino por necesitar de una resolución formal que abarque de lo micro a lo macro. La relación de los edificios de gran tamaño con su contexto plantea una pregunta fundamental al equipo de diseño, que debe responder ofreciendo variedad, expresividad, funcionalidad y respeto al contexto. Además las distintas épocas de la historia de la arquitectura inspiran distintos acercamientos a esta cuestión. La tradición o la originalidad, el contraste o la fusión con el ambiente, la abstracción geométrica o la figuración en la resolución de los detalles, la elección de materiales industriales o artesanales, todas estas preguntas aparecen a la hora de diseñar, y en gran medida, se relacionan con las corrientes estilísticas. ¿O se trata tal vez de la influencia de los astros?
Aries: Pacific Design Center (1975)
Aries es pionero y de talante firme como lo fue Norma Merrick Sklarek, a quien podríamos considerar la primera arquitecta afroamericana. Nació en 1926 en Harlem, en plena época dorada del bullicioso y mítico barrio neoyorquino. Mujer y negra, esta condición fue la que injustamente le dificultó encontrar un puesto al salir de la carrera y luego la llevó a trabajar entre bastidores, haciéndolo en algunos de los proyectos más grandes de Estados Unidos. Entre sus edificios más emblemáticos está el Pacific Design Center, diseñado junto con el arquitecto argentino César Pelli en West Hollywood, California. La Ballena Azul, como se ha solido llamar al primero de los edificios del conjunto, es un edificio que muestra un carácter fuerte y extrovertido, como la energía de principio de primavera de aries. Su lenguaje tardomoderno recuerda a rocas de gran tamaño caídas a la tierra, acabadas por grandes planos de vidrios de colores alegres y directos, característicos de una expresividad directa. La escala se resuelve a través de la claridad de un gesto y una idea.
Tauro: Los Clubes – Cuadra San Cristóbal y Fuente de los Amantes (1964)
Tauro disfruta de los placeres de la vida. Sin embargo, no deja nunca de lado la seguridad y el confort. Este disfrute hedonista de lo material es lo que transmite el proyecto de Los Clubes de Luis Barragán, el arquitecto moderno mexicano que llevó el Estilo Internacional hacia una sinestesia sensorial. A los 62 años de edad, en 1964, el arquitecto comienza este conjunto pensado para una comunidad de caballistas. En él, el impecable uso del agua, la abstracción geométrica y el color son los protagonistas. La arquitectura desarrolla el problema de la escala a través de un entendimiento plurisensorial y sensual, más allá de lo visual. Es tal el nivel con el que Barragán piensa la interacción entre arquitectura y habitante, ya sea humano o no humano, que declaró: “la profundidad del estanque la calculé para que al pasar el caballo, le llegara el agua a la panza”. Una arquitectura tranquila pero contundente, que calma, cuida y define a la vez. La escala se aborda aquí a través del estímulo de todos los sentidos: la vista de los colores rosados de la arquitectura y del recorte del entorno entre sus planos, la sensación térmica del agua en evaporación, el olor de la vegetación, y el sonido del agua.
Géminis: Museo de los niños en Houston (1992)
Los míticos responsables de Aprendiendo de las Vegas (o al menos dos de ellos), Venturi, Scott Brown and Assoc. colaboraron con Jackson & Ryan Architects para diseñar el sorprendente Museo de los Niños de Houston, que se terminó en 1992. El edificio interpreta como si fuera un juego la arquitectura clásica. Las grandes columnas que quedan rematadas por letras, los pilares que se recortan con forma de dibujos infantiles, un frontón que parece integrarse en el edificio, pero en realidad, es una escultura exenta: aquí todo va de superficies, iconos e imágenes que no son tanto como deben ser leídas. Y es que Géminis es el signo de la comunicación, la lógica y lo mental. El edificio se puede entender como un gran texto, locuaz a la vez que ambivalente, pues se muestra para parecer aquello que quizá no es. Esta obra de aquellos que abrieron la puerta a la Postmodernidad arquitectónica resuelven el problema de la escala a través de los recursos que defendían en su famoso libro Complejidad y contradicción en la arquitectura: el juego, la combinación y el contraste.
Cáncer: Iglesia St. Viator (1966 -1983)
Xiu Zelan nació en Hunan Yuanling, en China continental, en 1925. Su obra desarrollada a partir de los años 50 podría inscribirse en el «regionalismo crítico», combinando el uso del hormigón armado con las tradiciones locales. Se considera importante su aportación a la promoción de la participación activa de las mujeres en el mercado laboral. En la iglesia de St Viator Catholic High School en Taichung, hoy tristemente demolida, Xiu Zelan imagina una fina cáscara de hormigón armado cuya morfología remite al tradicional bote con toldo que solía verse sobre el río Yuang y cuya función era dar estabilidad y protección. En la parte trasera, el hormigón armado le permite jugar con la forma logrando un resultado que puede conectar tanto con Ronchamp como con el Metabolismo japonés. Cáncer es el signo del cuidado y de la protección, un signo que recoge la experiencia del pasado y la transporta al presente. El trabajo de Zelan demuestra además la búsqueda de seguridad, solidez y foco, eso que parecía aportar la introducción de las técnicas modernas a lo ancho del mundo. La Iglesia demuestra la capacidad de resolución formal de la arquitecta, donde la escala se resuelve a través de la recuperación de soluciones tradicionales ejecutadas con técnicas modernas.
Leo: Ciudad radiante (1952)
Expresividad, creatividad y asertividad: quizá la Unidad de Habitación de Le Corbusier, un himno al sol, astro que rige al signo de leo, sea un buen ejemplo de lo que este zodiaco representa. Más que un edificio es un manifiesto, hecho realidad en varias ocasiones, la más aclamada, en Marsella: la Cité Radieuse o ciudad radiante. La Unidad de Habitación es una ciudad utópica, donde las personas residentes disponían de espacio verde a sus pies, terrazas y brise soleils, una calle interior equipada con tiendas y servicios, y una cubierta, donde se ubicaba una guardería. Esculpida con reminiscencias náuticas, la azotea sobrevuela el horizonte de Marsella. Le Corbusier resuelve la escala desde dentro de la idea, pues la escala (grandilocuente como leo), es la idea. Para ello, qué mejor material que un hormigón en bruto y qué mejor solución formal que convertir la geometría en necesidad, o, dicho de otra manera, convertir la protección solar en juego decorativo. ¿Qué va verdaderamente primero, razón o emoción?
Virgo: Les Arcs (1967)
Charlotte Perriand, colaboradora de Le Corbusier, y eclipsada por él (en parte por su condición de mujer y en parte quizá por las veleidades del arquitecto), no es menos que el suizo a la hora de usar la geometría para organizar todo un conjunto. Minucioso, dotado de forma y estructura, como virgo, este complejo turístico alpino fue supervisado por Perriand en sus dos primeras fases. Hoy en día está formada por cuatro pueblos denominados por su altitud, Arc 1600, Arc 1800, Arc 2000 y Arc 1950. Perriand, que en el momento de este proyecto tenía 60 años, buscó ir más allá de los límites de la vivienda masiva prefabricada, y a la vez ser cuidadosa en su integración en el entorno natural. Así, por ejemplo el edificio de Le Cascade, se ajusta para que su impacto visual sea el menor posible, y la inclinación de las cubiertas se dispone en paralelo a la pendiente, mientras que la orientación de los edificios se dispone en perpendicular. Virgo se caracteriza por el cuidado del detalle y el servicio al común. Así, en el interior de los apartamentos, insistió en que las cocinas fueran abiertas para que no estuvieran aisladas del resto de los espacios de la casa. Les Arcs se caracteriza por una minuciosidad a la hora de abarcar la escala, una que no deja de atender lo menor (el bienestar interior, la accesibilidad económica o la integración paisajística) por resolver lo mayor, la escala urbana.
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