El mercado de abastos de Villanueva de la Serena está situado en el Paseo de San Francisco, uno de los ejes principales del centro de la población. Construido en 1954, el concurso para la remodelación del mercado nos permitió plantear la continuidad sostenible del tradicional mercado de abastos. Y a la vez, ampliar la programación con espacios dedicados a la gastronomía y la cultura contemporánea.
El diseño exterior de nuestra propuesta ¿Quién da la vez? tiene por elemento principal una fachada metálica perforada blanca que unifica el aspecto del edificio. Se sitúa a nivel de planta primera y azotea. Su presencia crea un juego de transparencias que filtra la imagen del cielo y permite un eficiente comportamiento climático.
En el edificio, cada una de las plantas hace posible un programa distinto. A pie de calle se sitúa el mercado tradicional. En una sola planta y sin cambios de nivel, permite una excelente accesibilidad. Las calles circundantes se conectan con el edificio gracias a una gran entrada. Ésta conecta dos plazas, la de la Ermita de San Francisco y la que planteamos en el interior del mercado. Esta plaza interior es un gran espacio abierto que articula todo el edificio. Se cierra en la parte superior por un lucernario que inunda de luz todo el espacio.
La plaza interior es un gran espacio abierto que inunda de luz el edificio y lo conecta con la trama urbana.
La permeabilidad entre el exterior y el edificio se ve potenciada por la apertura de puestos con servicio directo a la calle. Con ellos, se llenan de vida las fachadas del edificio.
Por encima del nivel de calle, se plantean nuevos usos para el nuevo Mercado de Abastos de Villanueva de la Serena. En la planta primera, se crea un espacio dedicado a nuevas experiencias gastronómicas y eventos de carácter social. Este nivel está equipado con una cocina industrial, una barra para servir al público, un espacio polivalente diferenciado para actividades educativas o presentaciones, y una zona de coworking. Junto a estos, un gran espacio disponible para todo tipo de actividades se caracteriza por la fluidez y continuidad. Este vuelca en el centro hacia la plaza central a nivel inferior.
En la segunda planta, emerge como un volumen alrededor del cual aparece una gran azotea. En ella se sitúa una cantina, y un gran espacio abierto que permite disfrutar de las vistas. La azotea es un gran lugar para celebrar ciclos de cine, celebraciones o conciertos, con independencia del horario de apertura del mercado gracias a su acceso independiente.
La propuesta parte de la conservación de la estructura y forjados del edificio existente, recuperando la doble altura original. De esta manera, la actualización del edificio convive con la sostenibilidad constructiva que implica el mantenimiento de su esqueleto. En planta baja, la plaza se convierte en el pulmón de todo el edificio conectado con la trama urbana. Por último, en la azotea se genera un nuevo espacio en el barrio, aislada de la calle pero abierta a las vistas panorámicas de Villanueva de la Serena.
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