A City for Justice es la propuesta ganadora del concurso internacional convocado para el diseño de una ciudad de la justicia en Arabia Saudí. El proyecto debía plantear un esquema que pudiera desarrollarse en tres emplazamientos distintos, Riad, La Meca y Yeda. La propuesta de AGi architects resultó vencedora, y fue valorada por ser capaz de generar un concepto de sistematización válido para las tres localizaciones.
Las antiguas ciudades de Arabia Saudí son el referente formal y organizativo para estas nuevas ciudades de la justicia. En estas urbes centenarias, los distintos edificios, torres prismáticas con distintos tamaños y orientaciones, se integran en el paisaje formando un todo en el que se distinguen sus partes. Con esta referencia, en este proyecto, cada uno de los cinco juzgados que forman la ciudad posee un carácter propio que permite al público identificarlo, a la vez que se integran en una unidad, que forma la ciudad de la justicia.
No se trata sólo de un edificio, sino de una ciudad, una ciudad insertada en un paisaje.
Bajo las cinco torres, un gran zócalo se configura como un paisaje o topografía que las integra. El zócalo, permeable y a nivel de calle, crea una sensación de apertura y claridad que responde al deseo de configurar una arquitectura más democrática.
Así se organiza el espacio de acceso de forma clara y permeable. La transparencia visual permite que el edificio sea más abierto. La circulación se ordena como un encadenado de plazas con iluminación cenital. Un gran atrio de triple altura recibe al visitante y muestra la información necesaria para dirigirse a cada una de las distintas áreas. Atrios de triple altura jerarquizan los accesos. La orientación del visitante es fácil y amigable. Las salas de espera se diseñan como espacios muy agradables, amplios, con vistas al exterior, y mucha luz. Las circulaciones se clarifican a través de conexiones visuales.
Más que un edificio institucional, un edificio para la ciudadanía.
El zócalo inferior se adapta a la parcela, permitiendo que el proyecto sea específico a cada una de las tres localizaciones posibles. Alberga las zonas públicas de distribución y espera, además del parking. La propuesta desarrollada para el concurso fue la de la ciudad de Yeda, el mediano de los tres emplazamientos.
En los niveles superiores, por encima de este zócalo, se sitúan las torres, los cinco juzgados. Cada uno de los edificios cuenta con una parte pública y otra dedicada al personal. Cada una de ellas da lugar a un sistema de circulaciones propio cuyos recorridos convergen en la sala. Lo mismo ocurre con el recorrido de los reos, cuyos recorridos están protegidos.
Al exterior se busca una solución que genere un carácter uniforme. El edificio muestra una imagen pétrea. Huecos estrechos traman el exterior manteniendo controlado el asoleamiento. La fachada protegida por los brise–soleils, así como los patios, permiten realizar un control climático pasivo, a través del control de la insolación, la distribución de luz indirecta, y la evaporación producida por la vegetación.
La escala y la materialidad del complejo parten de referencias históricas locales: materiales vinculados a la tierra, jardines, edificios aterrazados y una estética minimalista. Todas estas referencias crean una conexión entre la ciudadanía y el complejo. La ciudad está diseñada de tal manera que el zócalo sea transparente y sólido simultáneamente. La transparencia transmite la sensación de que el sistema judicial es accesible, y la solidez muestra fortaleza y resiliencia.
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